Mitos urbanos (verdaderos o falsos) sobre los problemas de ira

¿Cuánto control tenemos realmente sobre problemas de ira? ¿Por qué las reacciones varían tanto entre las personas o incluso de un día a otro para la misma persona? ¿Y cuáles son los beneficios y los inconvenientes de expresarnos? Comprender los problemas de ira en todas sus formas e intensidades, desde la molestia hasta la irritación y la ira, puede marcar una gran diferencia en nuestra capacidad para dar un paso atrás y procesar esta emoción poderosa y complicada.

Es malo sentirse enojado.
Si bien la ira generalmente nos hace sentir mal, es una emoción y no es mala en sí misma. También sirve como advertencia para avisarnos cuando una situación no está bien. Los problemas de ira también pueden ser un fuerte motivador para hablar y hacer cambios.

Dar rienda suelta a su ira, ya sea física o verbalmente, le permitirá sacarlo todo y le ayudará a estar menos enojado.
Los investigadores han descubierto que ventilar es la peor estrategia para controlar la ira. Tiende a intensificar una situación, y mostrar problemas de ira en formas que se supone que “desahogan” no ayuda a largo plazo e incluso puede conducir a una mayor agresión. Se ha demostrado que incluso golpear una almohada hace más daño que bien a la hora de procesar los problemas de ira y seguir adelante. Por otro lado, hacer una pausa para permitir que disminuya parte de la intensidad física y emocional puede ayudar a elegir la respuesta más adecuada a una situación que lo enoja.

Ignorar los problemas de ira hace que desaparezca.

La ira es generalmente una respuesta a una situación inesperada o incontrolable. Ignorar la situación no hará que desaparezca y puede significar que las personas no se defenderán cuando deberían. También puede conducir a un comportamiento pasivo-agresivo, ataques violentos o estrés y problemas de salud.


La ira no es controlable.

Es cierto que los problemas de sentimientos de ira son naturales y están más allá de nuestro control. Sin embargo, la forma en que respondamos depende totalmente de nosotros. Aprendemos cómo responder a los problemas de ira que sentimos. Si habitualmente respondemos rápida y acaloradamente, se trata de volver a aprender a detenernos y pensar para tomar decisiones más racionales.


La gente te respeta cuando estás enojado, demuestra que vas en serio.

Ser más ruidoso o más enojado en una discusión puede poner a la gente nerviosa, pero no ayuda a que la gente vea su punto de vista o se gane su admiración. De hecho, es probable que las personas se pongan a la defensiva y se cierren en lugar de escuchar lo que dices. Ser un comunicador hábil, tener buenas ideas y ser capaz de abordar los desacuerdos de manera objetiva tienen más probabilidades de ganarse el respeto de los demás.

Problemas de iraLa ira es solo un problema cuando se expresa abiertamente.

Expresar problemas de ira no tiene por qué ser un problema. La ira se puede expresar asertivamente de una forma muy sana y respetuosa. Es cuando una reacción es agresiva y más allá de lo que justifica una situación que surgen los problemas. Del mismo modo, los problemas de ira no reconocidos también pueden generar problemas en las relaciones, la salud y el bienestar.

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Problemas de ira