Cómo manejo la ira navideña

¡Las vacaciones y la ira parecen ir de la mano! Ir de compras, cocinar y viajar pueden generar presión en esta época del año.

Me encantan las vacaciones y pasar tiempo con la familia y los amigos. Sin embargo, no disfruto todo el caos y correr. Me encanta ver la alegría en el rostro de mi hijo cuando abre sus regalos. Sin embargo, temo ir de compras. La mera idea de ir al centro comercial durante las vacaciones puede causarme un ataque de ansiedad.

Es difícil navegar entre las multitudes en el centro comercial en un buen día; agregue una discapacidad, y es aún peor. Tengo Charcot-Marie-Diente, y algunos días uso bastón, lo que puede hacer que el centro comercial o cualquier lugar lleno de gente sea peligroso. Trato de evitar el centro comercial y hago la mayoría, si no todas, mis compras en línea. ¡Amazon es un salvavidas! Es mucho más fácil sentarme en mi sofá con mi cómodo pijama para comprar que ir a una tienda.

A menudo también tengo comestibles entregados. Instacart me evita tener que subir y bajar objetos pesados ​​por las escaleras de mi apartamento.

No cocino demasiado para las fiestas (o en cualquier momento, de hecho), pero sí horneo y llevo postres a cenas y fiestas. He aprendido a hacer un poco a la vez. Por ejemplo, si necesito hornear galletas para un intercambio de galletas y traer un pastel, dividiré el horneado en dos noches, ya que es demasiado para mí hacerlo todo en un día. En las raras ocasiones en que necesito preparar la cena para un grupo, hago todo lo que puedo con anticipación. También compraré algunos artículos preparados, como ensalada en bolsas o verduras precortadas. Para fiestas grandes, utilizo platos de papel o plástico y bandejas desechables para facilitar la limpieza. Es increíble la cantidad de tiempo y energía que ahorra.

Decorar para las fiestas puede hacer que mi ansiedad se acelere. Estoy agradecido de que celebremos Januca, o Hanukkah, porque la festividad no requiere muchas decoraciones. Tengo un contenedor de Janucá y adornos con temas invernales. Si compro una decoración nueva, la dono para evitar acumular una cantidad abrumadora de cosas, aunque tengo muchos dreidels. Con los años, he aprendido a mantener las decoraciones simples. Después de todo, las vacaciones se tratan de pasar tiempo con la familia, no de pelear con la luz.

Cuando la ira se vuelve demasiado, me tomo un descanso. A veces preparo una taza de té y leo un buen libro o me doy un baño o una ducha caliente. Puedo trabajar en mi álbum de recortes o proyecto de manualidades o escuchar música relajante para relajarme. Encuentro que estas estrategias me ayudan a sobrellevar la ira y el caos de las fiestas.

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